Todos estamos concienciados y somos conocedores de las dificultades que debe superar un discapacitado en nuestro entorno. Y no sólo en los entornos públicos. También es necesario suprimir las barreras arquitectónicas en el entorno privado.
Una reducida movilidad exige unas condiciones constructivas especiales. No basta con cambiar una bañera por una ducha. Hay que tener en cuenta muchos más factores.
Una silla de ruedas pasa en línea recta por una puerta que tenga 70cm de ancho, sin embargo, el ancho ideal debería ser de 85cm y con la manilla situada a 95cm de altura desde el suelo. Los espacios de circulación interior deberán disponer de una anchura mínima de 100cm.
El problema de utilización de una silla de ruedas radica en los giros. Delante de cada puerta debe existir un espacio suficiente como para que una persona en silla abra la puerta, pase, se dé la vuelta y la cierre. Esto implica que debemos disponer de un círculo de giro de 1,20m.
Por esta razón, las puertas correderas son una solución idónea. Su instalación es sencilla y su precio contenido. Y además se pueden motorizar.
Si existen escalones, deben ser de material antideslizante tanto en seco como en mojado, además de contar con una huella ( profundidad del peldaño) de no menos de 28cm y una contrahuella (altura del peldaño) de no más de 18cm de altura.
El alcance de una persona en silla de ruedas es de 0,4m a 1,20m. Los objetos a más bajos o más altos de estos límites son sencillamente inalcanzables. De aquí la importancia de una correcta colocación de mecanismos de electricidad de enchufe y encendido.
Otra gran ventaja sería la motorización de las persianas. Además de su deficiente colocación en casi todos los casos ( en un rincón; con la salida de cinta alta, etc) el peso de la persiana es otro inconveniente. Un mecanismo de motorización es la solución ideal y barata.
La altura de trabajo de una persona en silla de ruedas son los 80cm por lo que las encimeras de cocina o baño no deben superar esta altura. Además la parte inferior debe quedar libre de obstáculos para que entre la silla. Hoy ya existen encimeras de cocina regulables en altura.
Lo mismo nos sucede con los elementos sanitarios ( ducha, inodoro, lavabo, etc) que deberán ser adaptados instalando Grúas de techo, puertas automatizadas, duchas planas con desagüe sin escalón.
Los desniveles deben salvarse mediante la construcción de rampas de pendiente máxima del 12% y anchura de 100cm. Si lleva descansillos deben ser de 120cm.
En el aspecto de la Seguridad: instalación de alarmas de incendio, de intrusión, sanitarias.
Podemos asesorarle en la mejora de la accesibilidad de su vivienda: estudiamos sus necesidades; valoramos su estado constructivo actual; evaluamos las adaptaciones necesarias y le ofrecemos una solución adaptativa.
